Apple: la historia se repite… una vez más
By Enrique Dans
Un par de gráficas con datos de IDC publicadas hoy dejan claro que Apple, la compañía más valiosa del mundo, sigue un patrón absolutamente repetitivo: sus productos redefinen mercados, obtienen un enorme éxito inicial, y posteriormente ven como esos mercados que revolucionaron son capturados por otros competidores.
La gráfica que ilustra esta entrada ofrece una perspectiva clara del desarrollo del mercado del tablet desde el año del lanzamiento del iPad, 2010, hasta el último trimestre de 2014. El del tablet era un mercado prácticamente testimonial antes del lanzamiento del iPad: muy pocos modelos de muy pocos fabricantes, y con muy escasa popularidad. Tras el lanzamiento del iPad, Apple ha sido capaz de vender más de doscientos millones de unidades, pero con una evolución tan clara como la que refleja la gráfica: completamente descendente, únicamente alterada con los picos correspondientes a cada nuevo lanzamiento. Ahora, tras cuatro generaciones de iPad, tres de iPad Mini y dos de iPad Air, la cuota de mercado global de Apple en el mercado del tablet está ya por debajo del 30%.
La segunda gráfica, igualmente con datos de IDC, muestra la evolución del mercado smartphone desde el año 2010 para convertirse en un absoluto duopolio tras la práctica desaparición de competidores como BlackBerry o Windows Phone, pero un duopolio enormemente desequilibrado en el que el iOS de Apple posee únicamente un 14,8% a nivel global, frente a un 81.5% de Android. Un mercado, el del smartphone, que Apple redefinió completamente con el lanzamiento del iPhone en 2007, pero que de nuevo, ha evolucionado hacia un dominio de otros competidores.
En la práctica, hablamos del mismo fenómeno que Apple vivió con el lanzamiento del ordenador personal en los años 80: el Macintosh fue un éxito fantástico que prácticamente redefinió el concepto de ordenador personal, pero que fue posteriormente barrido por un sistema en el que múltiples fabricantes desarrollaban productos en torno a un sistema abierto. Exactamente lo mismo que ha vuelto a ocurrir con el mercado smartphone y tablet con el desarrollo de Android. Sí, Apple consigue mantener un margen mucho más elevado que la gran mayoría de sus competidores y ganar dinero donde muchos otros lo pierden, pero la estrategia de tener que estar buscando constantemente mercados que reinventar para que, tras unos pocos años, otros los dominen y la cuota de mercado de la compañía se convierta en testimonial supone un coste muy elevado, por mucho que obligue a la compañía a permanecer en un estado de constante reinvención.
La definición de la innovación en Apple es compleja: por un lado, no inventa nada, todas las ideas las toma de modelos ya desarrollados anteriormente. Pero por otro, se ha convertido en la compañía capaz de redefinir los estándares de un producto y de convertirse en la referencia que todos intentan imitar. Que esa capacidad termine convirtiéndose, poco tiempo después, en un dominio de esos mercados redefinidos por parte de otros competidores que cabalgan en definiciones más abiertas de esos mismos estándares que la propia Apple redefinió es un desenlace poco vistoso, que revela una carencia a la hora de entender los procesos de innovación colectiva. Pero por otro lado, es un problema relativo cuando la compañía que lo sufre es precisamente aquella cuyo valor no ha parado de crecer a lo largo de los últimos diez años hasta elevarse por encima de los 750.000 millones de dólares y convertirla en la empresa más valiosa del mundo…
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